DESDE LA TIERRA DE LOS ENCANTADORES DE SERPIENTES HASTA EL RIF ATRAVESANDO LAS MONTAÑAS DEL ATLAS

Con un itinerario intenso, quizá es el viaje por Marruecos más auténtico y ambicioso de los que he diseñado

Javi Garmendia

Un itinerario que permitirá una experiencia inmersiva en un Marruecos excepcional.

Iremos en busca de Playa Blanca, cerca de donde se encuentra la tierra de los encantadores de serpientes. Allí comenzaremos el camino hacia el Gran Sur, siguiendo la dirección del Draa; y nos adentraremos en las montañas del Atlas. Y, finalmente, perseguiremos las cascadas de Ouzoud y atravesaremos las montañas del Rif hasta Tetouan. Maximizaremos el paisaje. Dormiremos en lugares excepcionales. Conoceremos gente extraordinaria.

Mapa general del viaje

Como siempre, será una aventura. Como siempre, seremos un número muy reducido de viajeros coincidentes en una misma filosofía. Sabemos que nuestros viajes no son para todos. Son intensos en todos sus aspectos. Son una genuina experiencia de mototurismo de aventura, con la cobertura y la organización de una de las agencias de viajes con más tradición en este tipo de actividades: Kikoy Tours y Roberto Peregrin.

Tánger a Marrakech

Total: 650 kms

La primera etapa del viaje será de paulatina inmersión en el país. Despertaremos en nuestro hotel de Tánger y por autopista recorreremos los kilómetros que nos llevarán a Marrakech, la ciudad roja.

Nuestra estrategia: no invertir demasiado tiempo en este primer desplazamiento que será para posicionarnos en el auténtico punto de partida.

Una vez instalados en el hotel, dispondremos de tiempo para pasear la plaza Jmaa El Mna y para dejarnos cautivar por la magia de su medina. Podremos aprovechar para comprar especias que utilizar durante el viaje, o unos riquísimos dátiles.

Marrakech a Taroudant

Total: 234 kms

Uno de los retos del diseño del primer día de viaje que ha sido encontrar la vía más adecuada para dirigirnos hacia el atardecer atlántico. No será el Tzn’Tichka (precioso pero ya recorrido en otras ocasiones), sino el Tizn’Test. Solitario y recóndito. El PN del Toubkal es el más elevado de Marruecos con 4.127m y por él transcurre el puerto. Será un tramo de contrastes, muy propio del país que vamos a recorrer.

La jornada se presentará intensa. Para descansar hemos encontrado un riad muy original que alberga su propia plantación de olivos. De hecho, seguro que la dueña nos brinda la ocasión de poder probar su aceite. Y, si hace calor, quizá nos podamos dar un baño refrescante entre palmeras.

Taroudant a Bou Jeriff

Total: 380 kms

Tras planificar la tercera jornada, sabemos que dejaremos atrás el Atlas y sus tierras del Sur. Seguiremos rumbo suroeste persiguiendo el aroma a salitre del océano. Pequeñas carreteras serpenteantes por un entorno árido sin igual nos conducirán al fuerte francés que antiguamente vigilaba la frontera entre el territorio español y el francés: Fort Bou Jeriff.

¿Cuántas historias atesora esa pequeña colina y el río Assaka? Intentaremos encontrar las ruinas del fuerte español que fue levantado por los Reyes Católicos.

Nos alojaremos en un lugar especial, estratégicamente situado y con una peculiar gastronomía. La primera vez que vi este alojamiento supe que volvería. Será esta vez y acompañado por vosotros.

Estaremos en la tierra de los “aisaui”: los encantadores de serpientes. Escribió el periodista Jacinto Anton en 2012 en El País: “Pallejá me explicó una historia digna de Kipling. Dicen que Omar ha desaparecido y se ha convertido en serpiente”. Aunque con tientes de leyenda, Omar fue un personaje real conocido por los aventureros de moto del norte de Africa. Vivía en una chabola en Fort Bou Jeriff, la puerta del Sahara. El principal lugar de caza de serpientes para su adiestramiento. Cuando lleguemos allí, podremos dejar volar la imaginación.

Bou Jeriff a Assa

Total: 228 kms

Dicen los locales que el primer té hay que celebrarlo y disfrutarlo. Quizá, tras levantarnos, nos lancemos al primer té de la mañana en una pequeña cala frente al Atlantico. Después buscaremos el Draa y, siguiendo su curso, nos iremos adentrando poco a poco en lo que la gente llama “el Sur de Marruecos”.

Por los caminos que hemos trazado será imposible alcanzarlo en una sola etapa, pero ¿acaso los caravaneros los hacían?

Recorreremos una zona completamente alejada del turismo. Habitualmente no se dispone ni de tiempo ni de ganas de llegar hasta aquí. La autenticidad de los pueblos, las agrestes gargantas, los oasis y las carreteras que recorreremos seguro que nos parecerán únicos. Los dromedarios y las acacias nos acompañarán en el camino.

Nuestro destino es uno de los oasis del Draa, en el que antiguamente podían observarse aves, muflones y zorros; hoy no creo que se dé el caso, pero miraremos con los ojos de la imaginación. Llegaremos al antiguo Ksar de piedra negra fundado en el siglo XIII, que fue uno de los puntos de descanso de las caravanas de dromedarios que venían del Este. Descansaremos en un hotel sencillo pero lleno de historia; a fin de cuentas, así es el mototurismo de aventura.

Total: 367 kms

Seguiremos la dirección del Draa por una carretera serpenteante entre gargantas de piedra. Los aislados oasis serán los únicos compañeros capaces de darnos sombra y cobijo. Pocas gasolineras en una etapa larga e intensa.

El turismo no alcanza a recorrer estos parajes. Es una de las vías de los caravaneros que llevaban sus mercancías camino de Guelmim desde Zagora, entre una pequeña cadena montañosa por el Sur del AntiAtlas y el lecho (ahora seco) del Draa; para así no perderse. Fue también etapa del Rally París Dakar cuando transitaba por este país.

Alcanzaremos Foum Zguid: una población dedicada al cultivo en los oasis y a la cría de dromedarios. Allí nos alojaremos en un precioso riad. Si el tiempo lo permite, podremos darnos un chapuzón para limpiarnos el polvo del camino. Las noches estrelladas son bellísimas desde este lugar.

Foum Zguid a Agdz

Total: 281 kms

Esta jornada será una inmersión en el Antiatlas. Paisaje de imagen volcánica, árido, rojizo a media altura. La vista se perderá entre las pequeñas y serpenteantes gargantas secas. La carretera estrecha avanzará en rumbo norte – noreste, hasta encontrar de nuevo el Draa.

Pero esta vez veremos un río con una imagen completamente distinta y uno de los palmerales más extensos de Marruecos.

Llegaremos a Agdz, que significa en su lengua «lugar de descanso». Es una de las plazas de la denominada ruta de las Kasbahs, donde paraban a descansar los nómadas viajeros. Era la ruta que comunicaba Marrakech con la ciudad de Tombuctú.

Seguro que podemos disfrutar de un día pausado y de la sombra de una buena palmera. Y de la kasbah Tamnouglat, en la que Bertolucci grabó su película «El Cielo Protector». Fue un enclave primero judío y luego bereber; que finalmente recibió el asentamiento de un poblado de raza negra procedente de Níger y Mali. En esta misma kasbah dormiremos atendidos por Hassan, un casid de la familia Mejzén que ha habitado allí desde generaciones anteriores.

Agdz a Agoudal

Total: 132 kms

Atrás quedará el Antiatlas. Agoudal se encuentra en pleno Atlas, situado entre escarpadas cumbres. Es la tierra de los bereberes de las montañas. Una comarca donde la vida es difícil por el intenso calor del verano y el gélido frío del invierno. Las pequeñas carreteras se desbordan y el asfalto se rompe en la época de lluvias provocando su aislamiento.

Es terreno pedregoso. Es una carretera sinuosa. Solo pastores solitarios y rebaños de cabras alegrarán nuestro camino. Pasaremos por Dadés y sus bonitas gargantas, por lo que también deberemos circular sobre la pista que comunica las gargantas con nuestro destino.

No deberán despistarnos los 132 kilómetros de distancia, porque el recorrido será duro y exigente. Eso sí, Ibrahim nos recibirá seguro con una cálida bienvenida en su albergue. Son riquísimos los tradicionales huevos bereberes cocinados en cazuela de barro.

Agoudal a Ouzoud

Total: 298 kms

Nos esperará una jornada de montaña. Las pequeñas carreteras podrán haberse convertido en pistas de asfalto roto dependiendo de la crudeza del invierno pasado. Una etapa larga sin apenas puntos de repostaje, que tendrá como objetivo alcanzar el pueblo de las cascadas de Ouzoud.

En las zonas más altas encontraremos lagos como el de Tislit. En las zonas más bajas, gargantas pedregosas como la que da vista a la conocida cumbre «La Catedral».

Probablemente esta será una de las jornadas más intensas del viaje. Ha sido uno de los focos en los que nos hemos centrado al diseñar el viaje. Algunos motoviajeros se han referido a ella como «una de las carreteras imposibles o más peligrosas», pero seguro que podremos con ella.

Despacito iremos superando cada kilómetro, mientras disfrutamos de la belleza de un paisaje sin igual.

Ouzoud a Ifrane

Total: 320 kms

La jornada comenzará tranquila, y podremos admirar el salto de agua de las cascadas que dan nombre a la localidad. Con suerte, la primavera nos regalará una estampa amable; y quizá podamos dedicar media hora a tomar una tacita de té bereber.

La etapa será larga y la carretera un poco más fácil de transitar. El día anterior ya tuvimos nuestra sesión de curvas y montaña y en el día de hoy circularemos casi todo el tiempo por la N8, camino de los conocidos bosques de cedros. Trataremos de llegar antes del atardecer para ver cómo el sol cuela sus últimos rayos de luz entre los altísimos árboles. Una vez más, los veteranos presentaremos nuestros respetos a Garoud intentando que los monos locales no se apropien de nada que no sea suyo.

Ifrane acogerá nuestro destino. Es una ciudad diferente. La llaman la Suiza marroquí, probablemente por sus construcciones de alta montaña. Es el lugar escogido por la realeza para esquiar y, antiguamente, era su reserva de caza. Allí está la estatua del león, en memoria de aquellos que poblaron la zona muchos cientos de años atrás.

Ifrane a Tetuán

Total: 369 kms

Ya en la última jornada, plenamente marroquí, buscaremos alcanzar el mar; pero en este caso, el Mediterráneo en lugar del océano Atlántico. Atravesaremos nuestra última franja montañosa a través del Rif. Perseguiremos alcanzar la ciudad de Tetuán, que desborda nostalgia por los cuatro costados. Es una ciudad que hay que pasear sin prisa y que acogerá nuestra última cena de hermandad del viaje.

Pero antes de llegar, el pueblo azul de Chaouen será parada obligatoria. Quienes no lo conocen todavía, no pueden irse del país sin pasear sus calles con su peculiar encanto.

Tetuán a Tanger (Ferry)

Total: 65 kms hasta el ferry

Será el último día del viaje. El último en el país de los contrastes, la magia y los colores. Amanecidos en Tetuán, disfrutaremos de nuestro desayuno junto al Mediterráneo y reiremos, cansados, compartiendo nuestras anécdotas personales del viaje.

Circularesmos por autopista hasta Tánger Ville, donde tomaremos el ferry hasta Tarifa. Aún nos quedará una buena jornada camino a casa. Conduciremos despacio y parando periodicamente manteniendo la seguridad del regreso.

Es nuestra última etapa del viaje tras más de 3.500 kms y sólo nos quedará llegar sanos y salvos a casa.

RIDE AND FEEL MOROCCO 2023 21 de abril a 2 de mayo

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